El 10 de agosto de 1897, el joven químico alemán Felix Hoffmann, sintetiza el ácido acetilsalicílico,
trabajando como investigador de laboratorio en la "Farbenfabriken Von Friedr, Bayer & Co." a la cuál se había unido en 1894 con la finalidad de crear nuevas sustancias que pudieran usarse como medicamentos y no simplemente "mezclar" los ingredientes activos de los productos naturales.
Hoffman, como dice la leyenda, también estaba motivado por el deseo de aliviar el terrible dolor que sufría su padre de artritis debilitante, ya que le era difícil moverse y los analgésicos en ese tiempo eran inadecuados y hacían que el paciente se sintiera peor por los efectos secundarios.
El mérito de Hoffmann fue solucionar esta contraindicación mediante la acetilación sobre el ácido salicílico, obteniendo el ácido acetilsalicílico, principio activo de la ASPIRINA. Agregó al grupo acetilo varias moléculas salicas para disminuir la toxicidad y mejorar la fuerza de las sustancias fisiológicamente activas. Dicho y hecho. Utilizando ácido acético, que es el químico activo en el vinagre, Hoffman pudo crear una forma químicamente pura y estable de ácido salicílico el 10 de agosto de 1897.
Cuando Hoffmann consiguió sintetizar ácido acetilsalicílico, Heinrich Dreser probó la sustancia en pacientes en un hospital en Halle, Alemania. Le llamaron ASPIRINA, "A" para acetilo y "espirina" de la Spirea, que es el nombre del género para arbustos que son la alternativa del ácido salicílico.
Hoffmann había descubierto un potente ANALGÉSICO, reductor de la fiebre y que además actúa como antiinflamatorio. La empresa Bayer & Co. trabajó a toda máquina para desarrollar un proceso de producción rentable que permitiera suministrar el prometedor ingrediente activo como producto farmacéutico, que en 1899 se lanzó por primera vez bajo el nombre comercial Aspirin, inicialmente como un polvo suministrado en botellas de vidrio. Su éxito fue tal que la Aspirina hizo que el nombre de Bayer sea mundialmente famoso como ningún otro medicamento.
Poco después de la síntesis del ácido acetilsalicílico, Hoffmann fue nombrado Jefe del departamento de marketing farmacéutico. Se retiró en 1928, cuando su descubrimiento ya era un éxito mundial.
