Ubicado a tres kilómetros de la zona arqueológica de Chichén Itzá, a tan solo hora y media de Mérida y a 35 minutos de Valladolid, el cenote sagrado azul Ik Kil es abierto en forma circular con una entrada de luz que permite ver en sus aguas cristalinas tonalidades azules y verdes, de ahí que sea llamado cenote azul.
En la península de Yucatán hay más de 7,000 cenotes, que sólo hasta hace algunas décadas se encontró que están dispuestos a lo largo de un semicírculo cuyo centro es el hoy puerto de Chicxulub (cerca de Progreso) y se estima que es el área donde cayó un meteorito hace 65 millones de años y acabó con el 75% de la vida de la tierra; y vaya usted a saber porqué los Mayas (periódo del 830 al 1200 d.C.) solían considerar los “dzonot” - cenotes, que significa “caverna con agua”, como sitios sagrados de vida y muerte, fuentes proveedoras de agua y al mismo tiempo la entrada al "inframundo". Por lo mismo, se han encontrado restos de animales, fósiles humanos, así como ofrendas que los mayas lanzaban a los cenotes; también se cuenta que los cenotes están interconectados en su profundidad y desembocan en el mar.